Beneficios de aplicar el modelo de acreditación nacional

El Modelo de acreditación para programas de estudios de educación superior universitaria, elaborado por el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace), concibe la evaluación de la calidad como un proceso formativo que ofrece, a las universidades y a los programas de estudios, la oportunidad de analizar su quehacer, introducir cambios para mejorar de manera progresiva, permanente y sostenida, fortalecer su capacidad de autorregulación e instalar una cultura de calidad a través de la mejora continua.

Como la mejora nace y se construye al interior de las instituciones, el valor de la autoevaluación radica en que se constituye como la estrategia que impulsa el cambio y la mejora permanente; ya que favorece la identificación y superación de brechas de calidad a partir de la elaboración e implementación de planes de mejora.

La autoevaluación permite analizar y valorar la relación entre:

• Lo que se propone el programa de estudios.
• Lo que efectivamente realiza.
• Lo que obtiene como resultado.
• Lo que tiene que hacer para mejorar.

A partir de ahí, se evidencian los beneficios de aplicar este modelo en la gestión del programa de estudios:

• Gestión ordenada a partir de lineamiento de calidad (coherencia entre el ser y el quehacer).
• Proceso articulado de planeación (incorporación de los planes de mejora en la planeación estratégica, operativa y presupuestal).
• Rendición de cuentas y transparencia en la gestión.

En consecuencia, se institucionalizan los planes de mejora, logrando que los procesos sean articulados, participativos y concertados; asimismo, los procesos de autoevaluación y mejora continua son propuestos por los miembros de la universidad y de los programas de estudios.

Finalmente, se afianza el trabajo en equipo por la calidad educativa; puesto que los gestores de decisión (consejos de facultad, decanatos, directores, comités de gestión y comités de calidad) no solo incorporan los productos generados por las unidades administrativas, sino también sus aportes brindados en los espacios que se generaron a partir de la autoevaluación, al igual que el de los estudiantes, egresados y representantes de los grupos de interés, contando con la asesoría y coordinación de las oficinas de calidad académica y acreditación y acreditación.